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Las supuestas ‘emociones tóxicas’ aparecen con frecuencia en nuestro vocabulario y en lo que leemos y generan un gran malestar.

En este post quiero ayudar a entender al completo qué son, porqué las llamamos así, cuales son y mucho más. ¿Te quedas?

LA VERDAD SOBRE LAS EMOCIONES TÓXICAS


¿QUÉ SON LAS EMOCIONES TÓXICAS O NEGATIVAS?

Para entender este concepto tan mal usado primero de todo debemos entender qué es una emoción y luego porqué les llamamos así.

Por la poca educación emocional que tenemos no hemos podido desarrollar nuestra inteligencia emocional y terminamos por catalogar las emociones de manera equivocada, evitándolas o siendo un estorbo.

¿Qué es una emoción?

Una emoción es una experiencia subjetiva, universal y viva que se caracteriza por reacciones biológicas en el cuerpo, expresiones corporales y estados mentales.

Las emociones generan alteraciones del ánimo intensas y pasajeras.

Es un estímulo ultra-rápido, normalmente con su origen en una zona del cerebro llamado amígdala, la cual genera un torrente de sustancias bioquímicas orientadas a buscar placer o evitar dolor y sobre todo a ponernos a salvo y velar por la supervivencia humana.

Sin emociones no seríamos nada, seríamos robots.

Somos seres sociales y nos conectamos con las personas a través de las emociones.


¿Por qué las llamamos emociones tóxicas?

No existen las emociones tóxicas.

Todas las emociones son válidas.

Existen los pensamientos, estados fisiológicos y comportamientos que ponen en peligro nuestro equilibrio emocional, y/o alteran nuestro bienestar y el de los que nos rodean.

Una emoción puede ser agradable, desagradable/ penosa, con una conducta que nos impulsa a la acción para vivir o a la parálisis y nos impide progresar.

Lo tóxico es igual que en la química lo que produce efectos perjudiciales sobre un ser vivo, por tanto tiene la capacidad de dañar.

De ello va a depender de la característica del tóxico, su dosis, gravedad y el tipo de personalidad de la persona que siente esa emoción (tóxico).

Nuestra salud va a depender en gran parte de nuestras emociones y del efecto bioquímico que tienen las substancias que se producen, como la serotonina que va a regular nuestra calma y alegría o la adrenalina que va activar nuestro estrés.

¿CUÁLES SON LAS EMOCIONES TÓXICAS O NEGATIVAS?

Las emociones catalogadas como negativas se refieren a cualquiera de ellas que genere malestar, sensación desagradable, sufrimiento o disgusto.

Nos hemos acostumbrado y creemos que eso no debería existir y que nos estorban, pero quizás nos den una buena respuesta y se conviertan en menos tóxicas o funcionales.

Listado de emociones “tóxicas”

  • Ira
  • Tristeza
  • Rabia
  • Miedo
  • Culpa
  • Celos
  • Asco
  • Aburrimiento
  • Inseguridad
  • Desconfianza
  • Decepción

¿Qué emociones identificas en ti como tóxicas?

En la mayoría de textos se da por sentado que las emociones básicas son las que definió el psicólogo Ekman en 1972: ira, alegría, sorpresa, asco, tristeza y miedo.

Posteriormente otros autores añadieron la confianza, la aversión y la anticipación.

Actualmente hay clasificaciones que llegan a las 500 emociones.

¿Las conoces porque las has vivido?

¿Cómo sabes cuál es para ti la más negativa?

En general la ira, la tristeza y el miedo suelen traer sensaciones desagradables. Alrededor del miedo pueden existir: pánico, susto, recelo, temor, vulnerabilidad, fobia.

¿Es eso negativo para ti?

¿Qué me dices cuando alguien te invita a tirarte en parapente y sientes pánico a la altura? ¿O en una situación que te encuentras un desconocido con un cuchillo por la calle? ¿Consideras tóxica esa emoción?

Quizás solo te esté protegiendo al sentir miedo.

La tristeza tiene matices emocionales como el disgusto, la nostalgia, la pena, el consuelo, la soledad.

¿Podría ser positiva para ti la tristeza?

¿La soledad te lleva a reflexionar en ti?

Piensa en ello.

Hablemos de la ira

¿Cuándo sientes algo que te provoca ira sientes agresividad, desconfianza, impotencia, envidia, rencor?

La agresividad no controlada en una situación de no-peligro real te puede llevar a la cárcel si hieres a alguien, pero también te puede salvar al darle un empujón a quien te quiere agredir.

En la otra cara hay de referencia la alegría, el entusiasmo, la confianza.

No estoy de acuerdo que no sean “tóxicas” cuando confías en un extraño en abrirle la puerta de tu casa o el entusiasmo de tirarte en parapente sin el instrumento y las condiciones climatológicas propicias.

¿COMO SANAR LAS EMOCIONES TÓXICAS? Errores de lo llamado sanación

Las emociones no se sanan, ni se evitan, ni se pueden en la mayoría de personas evitar o reprimir.

Las áreas cerebrales como el hipocampo, la amígdala, o el núcleo accumbens no nos dan tregua.

En mi opinión es más saludable enfocarse en la inteligencia emocional y en cómo regularlas y dejar de poner el foco en acciones demasiado forzosas y difíciles.

CÓMO GESTIONAR / REGULAR LAS EMOCIONES

Racionalizar y pensar ayuda a frenar la sobre activación de la amígdala y a frenar las hormonas y neurotransmisores que no son útiles en esos momentos.

¿Qué significa esto?

Sin aprender y practicar sobre las emociones es imposible que consigamos hacer algo con ellas.

Nadie duda que tocar un instrumento musical requiere de estudio, ejercicios y horas. Si no eres Mozart no tocarás bien una bonita melodía sin que nadie te enseñe y practiques.
Lo mismo ocurre con las emociones

Por eso te propongo este ejercicio a continuación para que empieces a conocerte un poco mejor y tu melodía empiece a sonar

Pasos a seguir para entrenar tus emociones

¿Te animas a entrenar para gestionar mejor tus emociones?

  1. Para un momento, date un respiro, identifica qué emoción sientes, pon consciencia buscándole un nombre. Etiquétala.
  2. Comprende qué te ha llevado a sentirla, qué situación la ha desencadenado, identifica si te pasa en otras ocasiones
  3. Escribe o piensa cómo te comportas, qué haces, qué dices
  4. Comparte tu sentimiento con alguien que te escuche y te comprenda
  5. Analiza qué has aprendido de ello

Una emoción es algo transitorio y pasajero que puede durar de minutos a unos pocos días, si perdura semanas o meses puedes entrar en un estado emocional permanente que con el tiempo produce un trastorno psicológico.

En estos casos siempre debes pedir ayuda de un profesional de la psiquiatría o psicología.

Ahora quiero compartir contigo un caso real.

EMOCIONES TÓXICAS NO EXISTEN

EJEMPLO DE ÉXITO

Ana es una chica de 28 años que me cuenta en la consulta que una semana antes de la regla se siente muy irritable, ira y se da cuenta que sus compañeros de trabajo la evitan y su pareja se enoja con ella.

Le explico a Ana que sus niveles de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) le pueden influenciar en esos estados emocionales y que podemos equilibrarlo con la medicina integrativa.

Pero no puede dejar de hacer un trabajo personal de darse cuenta de su emoción, entenderla, analizar su conducta.

A través de ejercicios como el descrito anteriormente de inteligencia emocional y programación neurolingüística supo buscar una manera distinta de pensar y actuar y su frustración delante de no saber qué podía hacer.

A partir de ese momento sus emociones no desaparecieron pero fueron menos duraderas e intensas y con más capacidad para manejar su malestar.

Sus compañeros y su pareja percibieron ese cambio.

Y su vida cambió.

Espero que te haya interesado este artículo y despierte tus ganas de conocer tus emociones.


Te invito, sino lo has hecho aún, a realizar el test de autocuidado y conocerás en qué nivel estás.


Encantada de recibirte.

BIBLIOGRAFIA

  • Human Amygdala Sensitivity to the Pupil. K.E. Demos, W.M. Kelley, S.L. Ryan, F.C. Davis and P.J. Whalen. Cerebral Cortex December 2008;18:2729–2734
  • Department of Psychological and Brain Sciences, Center for
  • Cognitive Neuroscience, Dartmouth College, Hanover, NH
  • 03755, USA
  • Implicaciones clínicas del uso del tamaño pupilar como indicador de actividad psicológica: una breve revisión Almudena Duque y Carmelo Vázquez* Universidad Complutense de Madrid, España
  • Bisquerra, R. (2016). 10 ideas clave. Educación emocional. Barcelona: Graó
  • Damasio, A. (2013, reedición) En busca de Spinoza. Neurobiología de la emoción y los sentimientos. Destino
  • Ledoux, J. (1999) El cerebro emocional. Planeta.
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